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Arquitectos: Luis Velasco Roldán, Ángel Hevia Antuña
- Área: 50 m²
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Fotografías:Gori Salvà
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El abandono de técnicas constructivas tradicionales en Ecuador y la sustitución de estas por materiales industrializados de bajas prestaciones ha sustituido en Ecuador en apenas unas décadas los conocimientos constructivos acumulados y evolucionados durante siglos, sustituyendo modelos perfectamente adaptados a la realidad climática, constructiva, económica y social del emplazamiento por modelos en muchos casos inhabitables de un altísima huella ecológica.
El presente proyecto pretende la construcción de un prototipo de vivienda con la mínima huella ecológica mediante utilización de materiales naturales de procedencia local y la drástica reducción de la demanda energética mediante la utilización de aislamiento térmico natural en toda la envolvente y el desarrollo de estrategias de captación solar por efecto invernadero adaptadas a latitudes ecuatoriales.
A pesar de que se construye con un sistema constructivo ligero es posible dotar al edificio de un aislamiento térmico y una inercia térmica suficiente, mediante el encapsulado de piedra pómez, capaz de almacenar la energía captada por efecto invernadero y estabilizar la temperatura interior pese a la enorme variabilidad climática diaria de Quito.
El edificio ha sido diseñado para ser desmontado, de forma que sea posible su traslado, monitorización o exposición en distintas regiones climáticas del Ecuador, modificando sus equipos y configuración para obtener la máxima eficiencia energética en cualquier clima y aportando datos útiles a futuras investigaciones en múltiples emplazamientos. Una vez finalizada su vida útil será posible la reutilización de sus partes o su reciclaje.
La cimentación está formada por zapatas de hormigón ciclópeo y enanos de acero. La estructura se ha realizado con madera de eucalipto por su alta resistencia, bajo costo y rápido crecimiento, formando bastidores reforzados mediante travesaños horizontales y diagonales para permitir el uso de escuadrías pequeñas y un mayor aprovechamiento del árbol. Las vigas de madera se cubren por encima y por debajo con tablero contrachapado de madera de 15mm, formandouna suerte de viga tablón.
Los bastidores y forjados se rellenan de piedra pómez quedando esta confinada por tableros contrachapados previo tendido de las instalaciones. La fachada exterior ventilada se construye con tablas de laurel y la cubierta vegetal está formada por una capa de aislante y drenante de piedra pómez entre dos capas de geotextil sobre doble impermeabilización asfáltica. Una capa de tierra negra y humus cubre la cubierta.
El proyecto incluye la instalación de sistemas de monitorización de bajo coste y open source, los cuales han registrado temperaturas estables en todo momento dentro de los parámetros de confort (20-21ºC), mientras las temperaturas exteriores fluctúan entre los 12 y los 20ºC y las edificaciones del entorno sufren de sobrecalentamiento o requieren de sistemas de calefacción convencionales.